Es el nombre de la federación que se constituyó en 1873 tras el 
				levantamiento del 12 de julio, o más bien, del proyecto inicial 
				de ella defendido por los cantonales, pero que quedó reducido a 
				la ciudad de Cartagena, tras la rendición de otras ciudades ante las fuerzas 
				centralistas.
				
				Ha existido cierta polémica sobre cuál es su correcta 
				denominación, si “Cantón Murciano” o “Cantón de Cartagena”. 
				Antonio Pérez Crespo, cronista oficial de la Región de Murcia, 
				en su libro “El Cantón Murciano” se ha ocupado de este tema, y 
				concluye que: «
Del estudio meticuloso de las fuentes 
				contemporáneas a la revolución, puede deducirse que este Cantón 
				no existió ni jurídica ni políticamente hablando, denominándose 
				Cantón Murciano a una idea inicial que debía incluir a toda la 
				provincia en este Cantón, lo que nunca llegó a producirse. Los 
				documentos tozudamente prueban esta afirmación. A más de un siglo 
				de distancia, y analizando fríamente los hechos y los documentos 
				que lo relatan, debería hablarse del Cantón Murciano en 
				Cartagena».
				
				Se conservan numerosos testimonios que acreditan esta 
				denominación. El más importante, sin duda, es 
				
				“El Cantón 
				Murciano”, nombre con el que los cantonalistas designaron al 
				periódico editado durante la revolución, y al que calificaron 
				como Órgano Oficial de la Federación (algo similar al BOE). 
				También diversas actas de algunos Ayuntamientos (Abarán, Blanca, 
				Bullas, Cartagena, Mazarrón, San Javier) y de la Diputación 
				Provincial, datadas en aquellas fechas, utilizaron tal 
				expresión. Asimismo, en varias intervenciones durante las 
				sesiones de las Cortes Constituyentes de la República Española 
				(1873), se hizo referencia concreta al Cantón Murciano.