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Inicio > La Transición en Murcia > El problema territorial > Concepciones del territorio murciano: Sociedad Murciana
Comisión para el estudio de la problemática regional de Murcia

Los representantes de la sociedad murciana creen imprescindible que la futura región se concrete en base a una unidad de intereses. Por ello, la Diputación Provincial constituye una “COMISIÓN PARA EL ESTUDIO DE LA PROBLEMÁTICA REGIONAL DE MURCIA”, que en su primera reunión, de 8 de octubre de 1976, ya se plantea qué otros territorios, aparte de los de la provincia de Murcia, podrían formar parte de la región que se propone crear.

En esta reunión, el presidente de la Cámara de Comercio de Lorca afirma que Lorca aspira a ser una de las cabeceras importantes de la futura Región Murciana, y que además, es capital de una serie de poblaciones de Almería que cuentan con una peculiar geografía y psicología que no deberían quedar fuera de la región murciana.

El profesor López Bermúdez señaló que, dentro de las ponencias que se habían constituido para llevar a cabo estudios sobre el regionalismo murciano, echaba de menos la de Psicología que hiciera una valoración de los sentimientos de los habitantes de las zonas periféricas respecto a su incorporación a la región murciana.

Ángel Tomás, entonces presidente de la Cámara de Comercio de Murcia, apunta que uno de los métodos para delimitar las zonas que comprendería la región murciana podría darlo aquellas a las que afecta el trasvase.

Clemente García, alcalde de Murcia, apuntó a la conveniencia de señalar el objetivo último de la regionalización: encontrar los lazos que nos unen con aquellas zonas que, escapando al área murciana, tienen intereses comunes. El alcalde de Cartagena, Manuel García Candela, también indicó la necesidad de «señalar intereses socioeconómicos y ver cuáles son los intereses comunes con otras provincias limítrofes».

El director de «La Verdad», Juan Francisco Sardaña Fabiani, dijo que sería básico hacer una amplia encuesta, encargársela al Instituto de Opinión Pública o a la propia Universidad de Murcia. Estas mismas encuestas, que ya se habían hecho por un grupo de estudiantes en la Vega Baja del Segura, debería ampliarse a zonas de La Mancha, Cartagena, Lorca y Murcia capital. El director de Radio Nacional de España, Fernando Martínez, dijo entonces que el departamento de Derecho Administrativo de la Universidad de Murcia había realizado un estudio sobre el concepto de región. El geógrafo Francisco Calvo García-Tornel dijo que la encuesta debía dirigirse hacia aquellos que se consideraban murcianos, para que ellos se definan. En este sentido Fernando Sanz Pastor, entonces director de la comisión Gestora para el desarrollo de la cuenca del Segura, dijo que «debe estudiarse el área de influencia de la cuenca del Segura y que se centre el tema desde la provincia, contando con la unidad administrativa. El concepto de región es expansivo y no se circunscribe a la provincia».

Ángel Tomás intervino de nuevo para concretar posturas: «Creo que el método a seguir, dijo, podría ser éste: primero, delimitación máxima de nuestro territorio; segundo, justificación socioeconómica; tercero, consulta general a toda la región».

Por su parte, Arsenio Sánchez Navarro dijo: «El objetivo último que debemos plantearnos es dar una respuesta a fenómenos de carácter territorial y urbanístico, lanzándonos a conseguir una esfera más amplia que la provincia. Debemos preparar un estudio para que las tierras murcianas puedan ofrecer a la administración un área que pueda llevar a cabo su descentralización».

De esta manera, la Diputación Provincial, que luego no tendría nada que hacer en la elaboración del texto preautonómico, tomó la iniciativa en la creación de la región de Murcia, si bien es cierto que no tenía nada claros cuáles eran los objetivos a conseguir. La comisión, que se reuniría más veces, sacó en claro que la región de Murcia pasaba los límites de la entonces provincia, y que para añadir otros territorios habría que definir la unidad de intereses.

 

Mesa redonda sobre la autonomía

El 19 de enero de 1978, el diario «Línea» convoca a representantes de sectores sociales (no políticos) a una mesa redonda sobre la autonomía para la región de Murcia, que se celebra unos días antes de que se reúnan los parlamentarios a negociar el Estatuto de Preautonomía. En ella se pone de manifiesto que la nuestra es una sociedad desarticulada y que el proceso preautonómico que se va a iniciar es una oportunidad magnífica para lograr la vertebración.

Una de las más importantes reflexiones es la que realiza Juan Candela, profesor de Derecho Político de la Universidad de Murcia: «Estamos viviendo constreñidos por los demás movimientos autonómicos y nos estamos limitando a la actual provincia de Murcia. Lo decimos con timidez y me temo que en el mundo de hoy la provincia como tal sería insuficiente».

Todos los asistentes apoyan el no cerrarse de antemano en la provincia de Murcia y prestar atención a las relaciones futuras entre regiones. Luis Egea, presidente de la Sociedad Económica de la ciudad de Murcia, advierte de que «Murcia, que ha renunciado al Sureste, está renunciando también al reino de Murcia, formado por Murcia y Albacete. Hay pues que abandonar la timidez. Somos una región con antecedentes históricos, sociales y económicos. A lo largo de la Historia hemos sido el reino de Murcia y no hay que renunciar a esas realidades, aunque haya que discutirlas. En cuanto que queremos un régimen autonómico, debemos hablar claro».

Ángel Tomás, presidente de la Cámara de Comercio de Murcia, incide en la necesidad de estructurar la región económicamente y entiende que el trasvase Tajo-Segura ya es un elemento suficiente para basar nuestra preautonomía y la futura autonomía.

Fernando Martínez, director de RNE, recordó que los intentos por ampliar los radios de acción de Murcia han dejado en la región realidades importantes tales como la Universidad y el Instituto de Orientación y Asistencia Técnica del Sureste, proyectos de estructuras viarias y otros; Se trataba de revitalizar estos proyectos al servicio de la nueva región.

Juan Candela propone que se busquen una serie de características que puedan significar elementos de atracción para otras regiones o comarcas; y hace especial hincapié en la Universidad, los organismos técnicos y el río Segura.

 

 

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Actualización: 02/07/2006