Nombre
Territorio
Historia
Etnografía
Lengua
Símbolos
Instituciones
Precedentes
El Cantón (1873)
Siglo XX
Aspectos generales
El proceso autonómico
La cuestión territorial
Nuestra identidad
Reforma del Estatuto
Normalización lingüística
Vertebración del territorio
El problema de los localismos
Economía y Desarrollo
El Arco Mediterráneo
Infraestructuras
Agua
Medio Ambiente
Partidos políticos
Participación ciudadana
Cultura y Sociedad
Documentos de texto
Documentos de audio y video
Hemeroteca
Bibliografía
Descargas
Inicio > La Transición en Murcia > Aspectos generales > Ayala, años 70: dramática profecía
José Antonio Ayala, años 70
 
De entre los escasos teóricos del regionalismo murciano merece la pena hacer una mención especial al que fuera ganador del II Concurso de Regionalismo Murciano, organizado por el desaparecido diario “Línea”. Se trata del lorquino José Antonio Ayala Pérez, doctor en Historia, Catedrático del Instituto de Bachillerato Infante Don Juan Manuel, académico correspondiente de la Real de Medicina y Cirugía de Murcia, autor de varias obras sobre Romero Robledo y “El regadío murciano en la primera mitad del siglo XIX” y de “Murcia y su huerta en la Segunda República”.

El periodista de “Línea” Felipe Julián Hernández entrevistó al profesor Ayala con motivo del premio y al preguntarle sobre el nuevo hecho regional, contestó: «Yo creo que se está planteando de una forma inadecuada, porque la Región se está haciendo coincidir con la división puramente administrativa que es la provincia, y porque no se tienen en cuenta una serie de factores estructurales de los que somos herederos, por ejemplo, el mismo hecho dialectal que fue importantísimo en su momento». El profesor Ayala es también de la opinión de que el eje para la futura Región debe ser el río Segura.

Al analizar el tema de la bandera regional, contestó al mencionado periodista: «Creo que ahora mismo hay mucho arbitrismo y se están haciendo planteamientos que no parten de un rigor histórico».

Y lanzó la que se acabaría convirtiendo en una gran verdad: «Claro que está que muchas cosas del regionalismo actual no nacen de forma natural, sino que son artificiales. El tema de la preautonomía lo considero una trampa por las prisas que se están dando: la solicitud de preautonomía por parte de Cataluña y el País Vasco que presionan al Estado se han generalizado. Esta carrera puede ser nefasta, porque pueden darse divisiones regionales injustas. En el caso de Murcia, lo único que podemos recoger es, por este camino, la actual provincia un poco descentralizada; nos veremos tan constreñidos como antes, cambiando sólo de nombre. Se ha invertido el orden: el proceso hacia la autonomía no está pasando por los cauces naturales que precisan; es necesario un debate sobre nuestra historia, sociológico, económico, etc. Los intelectuales deberían dejar de ser minorías silenciosas».

Hoy, casi treinta años después de materializarse las respuestas del profesor Ayala, nos encontramos ante una segunda transición, en la que los murcianos debemos aprender la lección y sacar conclusiones de lo acontecido en los años 70. Estas respuestas cobran una dramática actualidad en la que nuestro pueblo, nuestra cultura puede quedar una vez más a remolque de acontecimientos que condicionarán nuestro futuro, y de los que debemos ser protagonistas y no meros actores secundarios.

Cuando el periodista Felipe Julián Hernández, a mediados de los años 80, se refiere a las ideas expuestas por el profesor Ayala, escribe: «El párrafo es de la máxima actualidad. Los intelectuales siguen sin ser convocados a estudiar el proceso autonómico; es más, se han desentendido de él, como si no fuera con ellos la cosa».

Si es de la máxima actualidad ahora, si lo era a mitad de los 80, lo que parece claro es que, o Murcia carece de una clase intelectual que se preocupe por su futuro, o durante estos treinta años sus intereses han sido otros. En cualquiera de los dos casos, la irresponsabilidad de los mismos ante nuestro futuro es indignante.

Por medio de estas líneas, nuestro interés es participar a quienes a ellas se acerquen de acontecimientos muy recientes de nuestra historia, pero olvidados o de general desconocimiento.

 
Murcia uniprovincial

Uno de los más importantes artículos del profesor Ayala se publica el 14 de marzo de 1978. En el mismo afirma que nuestros parlamentarios «llevan varios meses afanándose en aprobar un Estatuto de Preautonomía uniprovincial, lo que no deja de ser sarcástico y de reflejar otra idea que ya apunté: la improvisación del Gobierno y de los partidos murcianos en un tema tan grave y tan importante para España como es la ordenación regional».

En otro párrafo de su artículo añade: «Ningún partido ha estudiado seriamente, o, al menos, no lo demuestra, qué es una región, cuáles son los límites de la nuestra y, sobre todo, qué futuro económico puede aguardar a la provincia de Murcia frente a unos bloques pluriprovinciales (que no regionales) de mayor ámbito territorial, de mayor influencia política nacional y, por ello, con más posibilidades de desarrollo. ¿Es de extrañar por eso mismo que la Región Murciana no suscite entusiasmo, no sólo ya entre el pueblo paciente, sino entre los partidos responsables? ¿Hay algo más amorfo que los dos proyectos preautonómicos de la UCD y del PSOE?».

«Para mí, la Región de Murcia es la conformada por el marco natural del Segura. No sería difícil repetir aquí argumentos históricos, dialectales, económicos, etc., que avalan la unidad de estas tierras. Tampoco lo sería citar estudios globales sobre esta auténtica Región, que ya cuenta con una institución técnica semicentenaria, la Confederación Hidrográfica del Segura».

«Pues bien, como no sería posible llegar a esta susodicha Región por la comarca, que sería la unidad ideal, porque el proyecto de Constitución y el texto definitivo partirán de la unidad provincial, es necesario crear las provincias del Segura, que llenen aquel objetivo. Porque convenzámonos: no prosperará la inteligente moción de Pérez Crespo de romper los marcos provinciales, ni tendrán efectividad los artículos de los proyectos preautonómicos murcianos de la UCD y del PSOE de que podrán integrarse en la Región "los municipios de las provincias limítrofes que, previa consulta a sus habitantes, etc. etc.". Y no prosperarán por una sencilla razón: las posibles, que no ciertas, peticiones en tal sentido serán anticonstitucionales».

 
Murcia multiprovincial

«En estas circunstancias, la batalla que puede iniciar Murcia es la de apoyar la creación de nuevas provincias, y formar con ellas su Región. En primer lugar, Cartagena, y no sólo por el interés susodicho o por probar la estrategia y sentar el precedente, sino, sobre todo, porque Cartagena tiene la tradición y el rango necesario para llegar a ser una de las provincias más destacadas de España. En segundo lugar, o en el que sea, Lorca, capital de una provincia que puede adentrarse sin mucho esfuerzo en parte de la provincia de Almería, de la que ya es centro comercial (lo que en la actualidad se denomina capital subregional), viario, cultural, etc., y lo fue en el pasado histórico. También puede serlo la Vega Alta, con centro en Hellín, y cabría esperar que la Vega Baja, si se le promete a Orihuela la singular importancia capitalina como centro de una comarca que puede esperar mucho del Segura, que pasa antes por Murcia, y muy poco de la lejana capital de Valencia, a la que quizás la ha acercado, valga la paradoja, su lejanía».

 
Dramática profecía

La propuesta que hace el profesor Ayala en el momento de la Transición era difícilmente viable por la sacralización de los límites provinciales, que, evidentemente, no tenían por objeto impedir la reagrupación del Reino de Murcia, sino “salvar” a Navarra.

El mismo profesor Ayala, refiriéndose a su propuesta, dice: «Pueden parecer éstas las reflexiones de un arbitrista, y a lo peor lo son. Parecen también ingenuas, y yo reconozco que lo soy».

«El único partido verdaderamente regional no está en Murcia, sino en Cartagena, el Partido Cantonalista. Y lo que proponen no se llevará a cabo porque los partidos en Murcia se deben más a la disciplina y criterios de sus ejecutivas madrileñas que a su Región».

El profesor Ayala se equivocó muy poco, y hoy, treinta años después, vemos tristemente cumplida su profecía:

«Les voy a hacer una predicción razonada, y pongo por testigo de ella al futuro inmediato: los partidos que se dicen murcianos continuarán reuniéndose y discutiendo; la preautonomía de Murcia se aprobará, si se aprueba, en una tercera o cuarta tanda de decisiones gubernamentales; a lo que ahora se llama Diputación Provincial se llamará con el eufemismo de Consejo Regional, que será una Diputación, sólo que más politizada, y, claro está, con distintas personas más democráticas a su frente; cuando su Asamblea Regional haga un inventario de los recursos de la provincia (una de sus misiones) y lo compare con los de otras regiones, pedirá auxilio al Gobierno. Pero quizá antes que esto último, se haga el replanteamiento de la Región Murciana; y vuelta a empezar, aunque ya en peores condiciones. Hasta ver si pasa esto o no, yo no volveré a escribir sobre nuestro regionalismo».

 


 

www.jarique.com
Resolución mínima 800x600 en IE5.0 y NS6.0 © Copyright 2005 Asociación Jarique
Actualización: 12/07/2005